Instagram es una de las redes sociales que más posibilidades ofrece dentro del mundo del Marketing Digital. Los datos lo refrendan: es la segunda red social más utilizada en España, solo tras Facebook, y la que tiene una mayor tasa de crecimiento.
No obstante, Instagram es una red en la que todo el peso recae sobre la imagen, lo que hace que los códigos que utiliza sean muy diferentes a los de Facebook, Twitter o LinkedIn. ¿Cómo se puede hacer marketing en Instagram, más allá de compartir fotos bonitas?
Una de las maneras más originales de hacerlo es mediante los filtros o efectos de Instagram. En este post te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta forma innovadora de hacer marketing, en la que pocas marcas han reparado… ¡de momento!
NOTA DE LA AUTORA: Como este post versa sobre Instagram, y esta red social muestra solo la totalidad de funciones en su versión app, te recomendamos que leas este post desde el móvil, para así poder acceder correctamente a los enlaces y ver los efectos de Instagram creados por las marcas y por otros usuarios.
¿Has entrado alguna vez en Instagram y has visto a alguna persona con orejas y bigotitos de gato? Si la respuesta es sí, ya sabes de lo que estamos hablando. Esto, que Instagram denomina ‘efectos’, se conoce también popularmente como filtros, por asimilación con los filtros originales de Instagram (sí, aquellos Valencia, Clarendon, Lark, Crema, etc., que ya pocos usan) o incluso como máscaras 3D.
Denominaciones aparte, los efectos de Instagram consisten en utilizar la Realidad Aumentada para crear una capa ficticia y digital sobre una imagen real.
¿Tiene sentido utilizar una tecnología que suena a ciencia ficción para que los usuarios se pongan (virtualmente) orejitas o una bolsa de Carrefour en la cabeza? Mi respuesta es un rotundo SÍ. ¿No busca toda marca permanecer en la cabeza de sus clientes? Pues ahora puede hacerlo, literalmente.
Los filtros y efectos de Instagram gustan tanto que incluso hay usuarios anónimos que utilizan marcas para sus composiciones, como es el caso anteriormente mencionado de la bolsa del Carrefour o la famosa gorra de Caja Rural. En estos casos, son efectos ‘no oficiales’ (no los han generado directamente las marcas, sino usuarios anónimos) pero, visto el éxito, ya hay compañías que han lanzado sus propios efectos o filtros.
Kylie Jenner, usando un efecto de Instagram de su propia marca
Los filtros o efectos de Instagram, como queramos llamarlos, están pensado originalmente para las Stories de Instagram.
Lo habitual es que los usuarios localicen un efecto porque una marca o un usuario al que siguen lo utiliza en sus Stories. Haciendo clic en la parte superior izquierda de la pantalla, pueden guardarlo entre sus efectos (se muestran automáticamente al abrir la función de Stories o ‘Tu historia’), aunque también pueden buscarlo en cualquier momento en la galería de efectos de Instagram.
La galería de efectos de Instagram
En el perfil de Instagram de las marcas que han creado efectos también se genera una pestaña nueva (en la imagen inferior, marcada con una flecha) donde se almacenan todos los efectos publicados.
La pestaña de efectos en el perfil de H&M
Los filtros de Instagram no atraen tráfico directo, pero sí son una importante herramienta de branding. Hacen que la marca esté presente en la vida de los usuarios, en su ocio, de una forma nada invasiva: son los usuarios quienes toman la iniciativa de apoderarse del filtro, porque les gusta.
Es necesario señalar que no todos los tipos de empresas pueden aprovecharse por igual de esta tecnología. Si tu empresa es B2C y tu público objetivo es joven y/o se maneja en Instagram puedes sacar el máximo partido a esta herramienta: solo tienes que saber cómo usarla.
La compañía gallega lanzó un efecto de Instagram que colocaba a los usuarios los bigotes de su conocido personaje Rodolfo Langostino. En este efecto, cuando el usuario abre la boca, varios langostinos (¿o son gambas?) se introducen en ella. A pesar de este giro canibalístico, lo cierto es que el efecto tuvo un éxito considerable.
Pescanova tiene otro efecto, ‘Navidad de bigotes’, que alude a la imagen que todos tenemos en mente del ‘calvo de la lotería’ solo que, esta vez, cuando el usuario sopla, a los tradicionales copos de nieve se suman unos langostinos (¡cómo no!).
Kylie Cosmetics fue una de las marcas pioneras en el lanzamiento de efectos de Instagram. No hay duda que su creadora, la célebre Kylie Jenner, ha sabido exprimir al máximo las posibilidades de la red social, tanto para su marca personal como para su compañía.
La empresa de cosméticos lanzó en su día un efecto (que hoy no está disponible) de estilo maquillaje, que permitía probar virtualmente los diferentes colores de sus labiales, demostrando que la Realidad Aumentada en Instagram, además de propósitos lúdicos, también puede tener un propósito práctico.
El festival de música de Barcelona lanzó un efecto de Instagram para su edición 2020 del tipo ‘¿Qué… soy?’, jugando con algunos de los artistas del festival.
Los efectos de este tipo (¿Qué animal eres? ¿Qué personaje de Harry Potter eres?...) son muy fácilmente viralizables, porque despiertan la curiosidad de probarlos para conocer la respuesta (que, obviamente, es totalmente aleatoria).
Los amantes de la pizza pueden encontrar un efecto con esta temática en el perfil de la conocida cadena de pizzerías, además de uno especial elaborado para la campaña de San Valentín.
Los efectos de Instagram formaron parte de la campaña de lanzamiento de su nuevo libro, ‘Un cuento perfecto’.
En este sentido, cabe señalar que no solo las empresas utilizan los efectos de Instagram como método de branding: ilustradores, músicos o, como vemos, escritores, lo utilizan para afianzar y amplificar su marca personal.
En este post voy a dar solo algunas nociones esenciales para crear un efecto de Instagram, ya que seguramente podréis encontrar tutoriales más explicativos en otros rincones de Internet, que repasen los pasos más pormenorizadamente.
Para empezar, necesitaremos contar con una cuenta de Instagram y una cuenta de Facebook vinculada, un programa de edición de imagen, como Photoshop, para adaptar imágenes, una plantilla-guía para la cara (que puedes encontrar aquí) y el programa Spark AR, de Instagram, que se puede descargar gratuitamente y que nos permitirá trabajar con capas dinámicas, plantillas o bases para crear nuestros propios filtros de Instagram de forma muy intuitiva.
Una vez tengamos creado el efecto en Spark AR, solo hay que exportarlo e iniciar sesión en facebook.com/sparkarhub. Cuando hayamos subido el efecto a Instagram, entrará en un proceso de revisión, en el que la red social deberá validarlo (para asegurarse de que no es ofensivo y que cumple con la normativa).
Cuando esté validado, aparecerá en tu perfil y podrás empezar a compartirlo para que otros usuarios lo vean (y lo usen).
Los filtros y efectos de Instagram se han convertido en una herramienta poderosa para que las marcas conecten con sus audiencias de manera creativa y no intrusiva. A través de la realidad aumentada, los usuarios pueden interactuar con elementos digitales que refuerzan la identidad de una marca, convirtiendo el ocio en un espacio para el branding emocional.
Marcas como Kylie Cosmetics, Pescanova o Domino’s Pizza ya han demostrado cómo un filtro puede viralizarse y generar miles de interacciones, incluso con usuarios que no siguen directamente a la marca. Lo interesante es que estos filtros no buscan atraer tráfico inmediato, sino generar notoriedad, viralidad y engagement. Cada vez que un usuario guarda y utiliza un filtro, lo comparte en sus stories y expone la marca a nuevas audiencias, creando un efecto multiplicador.
Además, son una acción innovadora y económica: con herramientas como Spark AR Studio es posible desarrollar un filtro en pocas horas y publicarlo tras la validación de Instagram. Así, cualquier negocio B2C con un público joven y digital puede dar un salto diferencial en su presencia online.
Los beneficios de implementar filtros personalizados son múltiples:
Para crearlos, el proceso incluye vincular tu cuenta de Instagram con Facebook, diseñar los elementos gráficos en un programa como Photoshop, y desarrollarlos en Spark AR Studio. Tras subir el efecto en Spark AR Hub, la plataforma revisa el contenido y lo habilita en tu perfil. A partir de ahí, la clave está en promocionarlo con campañas, concursos o colaboraciones con influencers para amplificar su impacto.