El comercio electrónico se ha convertido en un elemento clave en nuestros hábitos de consumo. La llegada de internet propició que las marcas pudieran acceder a un mercado mucho más amplio y con un radio de alcance que podía ser internacional. Las ventas en tiendas físicas empezaron a competir con las transacciones realizadas a través de internet, este tipo de comercio ha ganado importancia en los últimos tiempos, ya que permite eliminar las barreras físicas a la hora de adquirir productos o servicios.
Las empresas saben de la importancia de establecer un canal de venta online como parte central de su estrategia de negocio. Pero, estar en internet, ya no es suficiente. Los usuarios cada vez valoran más a aquellas marcas y canales que les ofrecen seguridad y confianza. Para lograrlo, es necesario habilitar una serie de medidas y herramientas que permitan que el cliente pueda realizar su compra con total tranquilidad. Para ayudarte a conseguirlo hemos elaborado un listado con consejos y recomendaciones para implementar un sistema de Comercio Electrónico Seguro (CES).
Un fallo de seguridad puede tener consecuencias muy negativas que influyan tanto en pérdidas económicas como en daños a la reputación de la marca. La venta a través de internet implica que el cliente deba introducir sus datos personales, bancarios y números de tarjetas de crédito o débito.
Una acción sencilla y cada vez más normalizada, pero que debe estar respaldada por una serie de protocolos implementados en el proceso de compra. La ley atribuye a los propietarios de dominios web una labor de vigilancia, protección y uso adecuado de los datos de sus usuarios.
Una web segura debe tener muchos elementos y vamos a comenzar por los más fácilmente identificables por un usuario:
La importancia de las copias de seguridad. Un proceso sencillo que permite almacenar los datos para poder recuperarlos en caso de que se produzca algún ataque informático o pérdidas derivadas de una actualización, plugins, etc.
Una vez que se han revisado estos protocolos básicos de seguridad llega el momento de mejorar todos los procesos de compra dentro de la web para garantizar una experiencia segura al visitante.
Un Ecommerce debe contar con un sistema de venta que sea fácil e intuitivo. Además de ofrecerle información sobre el uso de los datos que está introduciendo, hay que pedir permiso al cliente antes de realizar acciones como el almacenamiento del número de tarjeta para compras futuras.
Para atraer a nuevos visitantes, y conservar la confianza de los que ya conocen la marca, nada mejor que contar con una información clara, concisa y detallada de todos los procesos y cuestiones que impliquen la aceptación por parte del usuario. Así se logra transmitir una imagen de compromiso y respeto por el cliente.
Hay personas que están acostumbradas a pagar con tarjeta de crédito o débito, pero otras prefieren métodos alternativos como el pago a través de Paypal. Además de incrementar la confianza, ampliando el número de opciones, se consigue llegar a distintos públicos objetivos, aumentando, por tanto, las conversiones.
El diseño y los contenidos de la web también influyen en la construcción de una imagen de marca fiable. Analizar el tipo de visitante que llega a la web, sus características demográficas, hábitos de consumo e incluso sus intereses, será de gran ayuda para ir adaptándola a lo que su público espera encontrar.
También es importante optimizar los contenidos tanto de texto como audiovisuales, para que se adapten a distintos tipos de dispositivos: (móvil, táblet, ordenador, etc) consiguiendo una mejor experiencia de navegación.
Las obligaciones de la empresa para garantizar un comercio electrónico seguro no terminan con la venta. Una vez realizada la compra por parte del cliente, es importante asegurarse que el servicio de entrega cumple todas las condiciones necesarias para garantizar que el paquete llega a tiempo y en perfecto estado.
Una buena idea es ofrecer al comprador distintas opciones de entrega: en el domicilio o la recogida en un punto físico.
Al realizar una compra en internet, uno de los principales miedos del usuario es que no le guste, no sea lo que esperaba y tenga que quedárselo. Una buena política de cambios y devoluciones aumenta la seguridad, ya que al cliente le queda claro que, comprando en esa web, contará con opciones que protegen su transacción y le aseguran un producto en buenas condiciones.
Para conseguirlo, no olvides la importancia de seguir estos consejos:
Si no sabes por dónde empezar, ponte en contacto con nosotros. Analizaremos tu proyecto y diseñaremos un plan estratégico adaptado a tus necesidades para evitar cualquier brecha de seguridad y garantizar la seguridad de tus visitantes.
¿Te has preguntado alguna vez qué ocurre con tus datos desde que haces clic en "comprar" hasta que recibes tu pedido? La seguridad en el comercio electrónico no se limita a una conexión cifrada o a un candado en el navegador. Va mucho más allá: abarca desde la gestión de los formularios hasta la trazabilidad del envío. Por eso, si tienes una tienda online, es clave que te asegures de que cada etapa esté bien cuidada.
Incluye revisiones periódicas del sistema, pruebas de vulnerabilidad y simulacros de ataques. Además, forma a tu equipo: todos los departamentos deben comprender la importancia de la protección de datos. Una persona de atención al cliente mal informada puede exponer tanto como una web sin HTTPS. La seguridad es trabajo de todos.
Nadie compra donde no se siente seguro. Por eso, cuando hablamos de optimizar un ecommerce, la experiencia de usuario debe estar conectada con una percepción clara de confianza. Esto implica usar textos que expliquen con transparencia cada paso, desde cómo se usan los datos hasta qué pasa si el cliente quiere devolver su compra.
Además, si el sitio tarda en cargar, se ve mal en móviles o genera errores al pagar, el visitante se va. Y lo peor: no vuelve. Así que sí, invertir en usabilidad, atención postventa y diseño también forma parte de garantizar un entorno digital confiable y profesional. Al final, todo suma.
Porque no todos los clientes usan tarjeta. Algunos prefieren PayPal, Bizum o transferencias. Dar opciones transmite flexibilidad y atención a las necesidades del usuario, aumentando la confianza y las posibilidades de conversión.
Muchos olvidan actualizar sus plugins, no hacen copias de seguridad o dejan formularios sin validar. Otros usan contraseñas débiles o no cifran bien los datos del cliente. Cualquier descuido puede costar muy caro.
Un diseño limpio, funcional y adaptado a móviles genera confianza. Si la web parece anticuada o poco profesional, aunque el producto sea bueno, el usuario puede dudar y abandonar el proceso de compra.