En esta era del Internet de las Cosas parece que las novedades tecnológicas no tienen fin. Por un lado, disponemos de gadgets conectados con todo y entre sí para posibilitar la transmisión de datos. Por otro, no podemos olvidarnos de los actuales wearables, o dispositivos que nos monitorizan a través de los elementos que nos ponemos encima, como los famosos Fitbit.
Y esto no ha hecho más que empezar. Según Cisco, el líder mundial en redes e IT, en 2020 habrá nada más y nada menos que 50 billones de dispositivos conectados a Internet, una cifra altamente jugosa para las empresas que quieran sacarle el máximo partido a través de una estrategia de Inbound Marketing.
De hecho, cada día, se generan más de 2,5 quintillones de bytes de datos, que hay que tener en cuenta sí o sí para poder tener una visión completa de los clientes y, por ende, personalizar la relación con ellos al máximo.
Y es aquí donde entra en juego el CRM como pieza fundamental para guiar a las empresas en la misión de proporcionales a sus clientes una experiencia óptima a través del tratamiento de datos provenientes de dispositivos inteligentes.
El CRM como herramienta había comenzado a generar dudas acerca de su capacidad de adaptación, pues se argumentaba que ciertos datos provenientes de redes sociales no podían ser medidos correctamente.
Sin embargo, un CRM, como probablemente sabrás, es mucho más que una simple herramienta. Se trata de un modelo de gestión, de hacer y entender el marketing y las ventas desde un punto de vista centrado en las necesidades del cliente para proporcionarles la mejor experiencia y, a su vez, tomar decisiones inteligentes que permitan la expansión del negocio.
El IoT, en este contexto, se presenta como un renovador en cuanto a las aplicaciones de la herramienta se refiere, llegando a establecerse como el eje de las iniciativas empresariales de acciones personalizadas y segmentadas en los diversos canales de comunicación con los clientes.
No hay duda de que el IoT ha supuesto un gran cambio de paradigma dentro del mundo empresarial. Es el futuro y el CRM de las Cosas, el eje central sobre el que gira y que debe estar presente en cualquier estrategia de negocio digital que persiga el éxito proporcionando una experiencia de cliente que enamore.
El mundo tecnológico y el empresarial evolucionan de la mano a un ritmo vertiginoso, adaptándose constantemente a la demanda de los consumidores y a las necesidades del mercado. Quien no lo haga, está condenado irremediablemente a quedarse atrás.
Es el contundente, pero no por ello menos cierto, renovarse o morir. ¿En qué lado quieres estar? La decisión solo depende de ti.
La integración del Internet de las Cosas (IoT) con los sistemas de CRM está revolucionando la manera en que las empresas gestionan sus relaciones con clientes. En un mundo donde cada dispositivo conectado genera datos en tiempo real, el CRM tradicional se reinventa para aprovechar esta riqueza de información y convertirla en acciones concretas de marketing, ventas y atención al cliente.
Hoy, hablar de "CRM de las cosas" ya no es ciencia ficción, sino una realidad que permite anticiparse a las necesidades del consumidor y ofrecerle experiencias hiperpersonalizadas, aumentando el retorno de inversión y la fidelización.
¿Pero qué está cambiando exactamente? Gracias al IoT, las empresas pueden ajustar precios dinámicamente según el inventario, diseñar campañas de Inbound Marketing dirigidas a usuarios específicos según sus hábitos de consumo, y hasta detectar fallos en productos antes de que el cliente se dé cuenta.
Todo esto con datos que se recogen y analizan al instante. Este enfoque, basado en decisiones inteligentes y automatizadas, permite no solo optimizar procesos internos, sino también generar experiencias de cliente que marcan la diferencia y posicionan a la marca como líder digital en su sector.
El uso conjunto del IoT y el CRM ofrece ventajas competitivas concretas para las organizaciones: