Las estrategias utilizadas en Mobile Marketing tienen como objetivo principal el de interactuar con un público de terminado por medio de las funcionalidades de los dispositivos Mobile.
Por esta razón, la implantación de campañas de marketing enfocadas a plataformas mobile tienen cada vez más importancia dentro de los presupuestos de marketing de las empresas.
El Mobile Marketing engloba todas aquellas estrategias, acciones y técnicas de marketing orientadas a dispositivos móviles como smartphones y tablets. Aunque, los primeros suelen ser el foco principal de las campañas dada su mayor intensidad de uso.
Así, el Mobile Marketing busca la captación, generación de leads, venta y fidelización utilizando herramientas enfocadas a los aparatos móviles de los usuarios. De hecho, los teléfonos cada vez tienen más peso como dispositivos preferentes de compra, habiendo impulsado la pandemia todavía más este fenómeno incluso entre personas alejadas del perfil de edad de los nativos digitales.
Por ello, no solo está experimentando un gran auge general el e-commerce o comercio online, sino que también se está produciendo una expansión exponencial del segmento específico del mobile commerce o m-commerce.
Si consideramos que en España el 80% de los habitantes poseen un smartphone, tendríamos ya un primer argumento de peso para invertir en campañas de Mobile Marketing. Pero es que además, a diferencia de otros dispositivos, el móvil nos acompaña continuamente como si fuera un apéndice nuestro, utilizándolo para comunicarnos, conectarnos, informarnos, relacionarnos y por supuesto, para comprar. Esto último de forma cada vez más intensa.
Esa intensidad de uso, aporta a las estrategias de Mobile Marketing importantes ventajas como, la posibilidad de utilizar un canal que está permanentemente disponible y que además, facilita aspectos tan cruciales como la segmentación de target, la interactividad y la realización de métricas a tiempo real.
Todo lo anterior aporta información muy valiosa para, por ejemplo, determinar la ubicación geográfica de los receptores de la publicidad, el ratio de clics (CTR) o incluso si se han desplazado a una tienda física a realizar la compra que les sugeríamos en el anuncio.
La otra cara de la moneda a la que se enfrenta cualquier estrategia de Mobile Marketing, por muy buena que sea, es que aspectos esenciales como la geolocalización, precisan permisos que los usuarios a veces recelan de dar. Asimismo, el soporte no es el mejor para captar la atención y genera más fácilmente estrés tecnológico, ya que la experiencia de navegación siempre va es más complicada que en dispositivos como tablets u ordenadores.
Según el Estudio Anual de eCommerce 2020 de IAB Spain 22 millones de españoles entre 16 y 7O años ya realizan compras online, cifrándose en un 55% los usuarios que lo hacen por el móvil y en un 18% por tablets. Unos datos que acreditan que el nicho que tiene ya el m-commerce es bastante cuantioso y con perspectiva de que aumente todavía más.
Por ello, el desarrollo de estrategias de Mobile Marketing ofrece muchas ventajas para los negocios, siempre y cuando se desplieguen de manera adecuada y tengan en cuenta aspectos cruciales como:
El crecimiento del m-commerce es innegable, y eso obliga a las marcas a diseñar estrategias de marketing específicamente pensadas para dispositivos móviles. El primer paso es adoptar un enfoque mobile first, lo que implica garantizar una navegación fluida, rápida y adaptativa en todos los puntos de contacto con el usuario.
Pero más allá del diseño, hay que entender cómo interactúan las personas con sus móviles. Son dispositivos personales, siempre presentes, lo que permite campañas muy segmentadas, con notificaciones, descuentos o recordatorios que aparecen en el momento justo. Esta proximidad convierte al móvil en un canal privilegiado para generar impacto directo y emocional.
Para que una estrategia de Mobile Marketing sea efectiva, debe combinar personalización, creatividad y medición precisa. Usar formatos display que respeten el espacio limitado de las pantallas, o apostar por vídeos cortos en vertical, son acciones que aumentan la interacción sin interrumpir la experiencia.
Además, la geolocalización abre una puerta a campañas ultra-relevantes, donde una oferta puede activarse según la posición exacta del usuario. Y si a eso le sumamos promociones personalizadas, incentivos por fidelidad o mensajes en fechas clave, se multiplica la conversión.
Todo esto debe estar bien medido: CTR, CPC, tasas de apertura y otras métricas son esenciales para ajustar en tiempo real. Con una ejecución inteligente, el Mobile Marketing deja de ser una opción y se convierte en un pilar de cualquier estrategia digital.
La diferencia principal está en el contexto. El móvil es un dispositivo personal, siempre al alcance, lo que permite conectar con el usuario en tiempo real y en cualquier lugar. Una estrategia móvil bien ejecutada aprovecha esa cercanía para lanzar mensajes breves, personalizados y accionables, como promociones geolocalizadas, notificaciones push o anuncios interactivos. A diferencia de otras campañas digitales más generales, el Mobile Marketing se basa en el momento preciso y en la experiencia individual.
El diseño responsive es el punto de partida, pero no alcanza por sí solo. Una campaña móvil requiere pensar todo el contenido desde el móvil: desde la jerarquía de la información hasta la velocidad de carga y la ubicación de los botones. Además, es importante adaptar los formatos: vídeos verticales, formularios simplificados y llamadas a la acción visibles sin hacer scroll. No se trata solo de que “se vea bien”, sino de que funcione bien y genere conversiones.
Sí, siempre que se maneje de forma transparente y con el consentimiento del usuario. Las normativas como el RGPD en Europa exigen que se informe claramente sobre el uso de datos personales, incluyendo la ubicación. Si se respetan estas condiciones, la geolocalización no solo es legal, sino una de las herramientas más potentes para personalizar campañas, mostrar ofertas cercanas o medir visitas físicas a puntos de venta. Lo importante es no abusar de ella y aportar valor real al usuario a cambio.